En nuestra sociedad,
capitalista, como ya hemos dicho en muchas otras entradas de este blog, nos
encontramos con una muy elevada contaminación ambiental provocada por las
empresas, las personas en sus hogares, y por otros muchos factores. Esta
contaminación ambiental no solo es la que vemos en bosques, en mares o incluso
en parques de nuestra ciudad, sino que también hay que destacar la
contaminación acústica, que es aquella que se produce a causa de ruidos.
Granada ocupa el primer
puesto en la lista de las ciudades más ruidosas de España. De forma casi
generalizada se superan en 15 decibelios, los máximos permitidos por la
ordenanza municipal que regula las emisiones acústicas en el casco urbano, lo
que supone unos niveles que pueden provocar serios problemas a la salud de los
ciudadanos.
Motos, autobuses urbanos, martilleos de obras,
camiones, entre otros, son algunos de los provocadores de esta contaminación.
Ahora bien, habría que plantearse el por qué de que sean estos los causantes;
en nuestra sociedad, vivimos de tal manera que en la mayor parte de nuestro
tiempo vamos con prisa a los sitios, nos movemos de forma rápida, cogemos mucho
el coche, urbano o moto, hacemos las cosas sin cuidar de que donde lo estemos
haciendo no sea muy perjudicado. Todas estas prisas y esta rapidez provoca
ruido, el mismo ruido que da lugar a esta contaminación acústica que cada vez
provoca más y más problemas en la salud, animal y de las personas.