La mayoría de las edificaciones del centro histórico de Granada tienen un
importante estado de degradación a causa de los elementos que se le ha
incorporado a sus fachadas.
Desgraciadamente un paseo por algunas zonas del centro de la ciudad hace
que se vea el caos, la degradación y el impacto que producen cientos de
carteles, escaparates desproporcionados, pinturas chocantes con el resto del edificio
y espacios abandonados.
La organización Ecologistas en Acción, entre otras organizaciones, presenta
a menudo denuncias en las que muestran el verdadero estado del centro en cuanto
al impacto de estos elementos arquitectónicos, que en la mayoría de los casos
van en contra de la normativa de la ciudad.
Entre estos factores se encuentran toda un conjunto de desafortunadas
intervenciones que se llevan a efecto sobre los edificios del centro y que se
configuran, entre otras, en la implantación de las fachadas, balcones y sobre
todo en los bajos de estos edificios, ya sean comerciales, bancarios o de otros
usos, de artilugios y elementos, que adosados, colgados o realizados con obra
distorsionan totalmente estas edificaciones catalogadas del casco histórico de
Granada.
Entre los elementos que agreden ambiental y arquitectónicamente los
edificios catalogados, no catalogados o de nueva construcción se encuentran:
los rótulos luminosos, los carteles de anuncios, las marquesinas, los
voladizos, los tejadillos, los toldos y todo tipo de artículos colgantes, como
ropas, juguetes, aparatos de aire acondicionado,
etc.
Por otra parte, en los vigentes planes
especiales de los barrios históricos, ya sea el del Albaicín o el de la
Alhambra-Alijares, donde las normativas son más estrictas, la realidad es que
tampoco se tienen en cuenta y el problema también se produce, aunque en menor
medida. Es urgente, a juicio de los ecologistas, que se pongan medidas para
proteger la ciudad de la degradación y conseguir una Granada más acorde con sus
esencias.
Fuente : http://waste.ideal.es/edificios.htm
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