El grupo municipal del PSOE
denunciaba que Granada lidera el ránking de las ciudades más contaminadas de
España, información de la que se hacían eco algunos medios como Ideal, Granada Hoy o Granada Digital.
Las partículas
en suspensión
Lo cierto es que hace años que se viene hablando de la mala
calidad del aire en Granada, una ciudad famosa por su cielo azul, ese que luce
con esplendor desde el mirador de San Nicolás, adornado con la Alhambra y
Sierra Nevada al fondo; nadie diría al ver esas postales que el aire que nos
rodea no es tan puro como parece… El dato de partida lo establecía la OMS,
indicando que la ciudad de Granada experimenta una concentración media anual de
40 microgramos/m3 de partículas de materia PM10 (denominación técnica para las
partículas con un diámetro menor a 10 micras).
Ciudades altamente industrializadas, como Madrid, Bilbao o
Mataró, presentan cifras medias anuales de PM10 inferiores a Granada.
La media anual de las ciudades españolas analizadas es de 30
microgramos/m3, y solo dos ciudades, Zaragoza y Sevilla superaban a la capital
granadina, con 45 microgramos/m3. Otras localidades mucho más industrializadas,
como Madrid, Bilbao o Mataró, se sitúan en valores medios inferiores.
Estos datos, de octubre de 2011, aunque puedan parecer obsoletos
no han sido mejorados en los años posteriores de forma destacable, y lo único
que ponen de manifiesto es la inquietante situación a la que estamos expuestos
los granadinos que respiramos, que somos todos, al fin y al cabo.
Granada aparece en los informes de la OMS como una de las
ciudades con mayores medias anuales de partículas en suspensión
El área metropolitana de Granada cuenta con tres estaciones de
medición ambiental, una situada en la zona Norte, otra en el Palacio de
Congresos y la tercera en la Ciudad Deportiva de Diputación. Hay otra fuera de
la citada área situada en el Puerto de Motril, que completa la red de
vigilancia en la provincia. Desde esas estaciones se recogen los datos que nos
dan información diaria y prácticamente en tiempo real de la calidad del aire en
la ciudad.
Otros agentes
tóxicos en el aire granadino
Pero no son las partículas en suspensión las únicas causantes de
la contaminación en Granada, aunque constituyan el principal problema de la
contaminación ambiental del área metropolitana. Hay otros elementos ambientales
tenidos en cuenta como indicadores para evaluar la calidad del aire, como el
dióxido de azufre, el ozono, el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno,
el benceno o el sulfuro de hidrógeno. Todos estos indicadores, junto con las
partículas en suspensión, son valorados de forma ponderada para establecer el
nivel de calidad del aire en una escala de cuatro calidades tipo: buena,
admisible, mala y muy mala.
¿Dónde está la
solución?
Parece claro que el talón de aquiles del aire granadino está en
las partículas en suspensión, aunque también sean preocupantes algunos valores
de monóxido de carbono y ozono, especialmente.
Lo cierto es que la mala trayectoria de la calidad del aire en
distintas zonas ha provocado la intervención de diferentes administraciones
para atajar el problema. El creciente compromiso desde el punto de vista de los
territorios con el cambio climático ha permitido diagnosticar los problemas y
promover soluciones, aunque no tanto ponerlas en práctica.
Los altos índices de emisiones de combustibles fósiles son la
principal causa de los elevados índices de contaminación.
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud recomienda
no superar los valores medios de 20 microgramos/m3 (la mitad de la media anual
granadina), teniendo en cuenta que estas partículas pueden penetrar en los
pulmones y llegar al torrente sanguíneo, y causar así cardiopatías, cáncer de
pulmón, asma e infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores.
Esta sería la tasa ideal, a la que deberíamos aspirar, que
cumplen ciudades como Vitoria, con una población similar a la de Granada y
valores de PM10 de 21 microgramos/m3.
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